Imagínate, que una preciosa golondrina, se enamora con
locura de una joven encantadora…Ella, la reconocería sin
lugar a duda, entre otras mujeres por ser distinta a las
demás. Pero en cambio, a la joven, le resultaría difícil el
distinguirla entre las compañeras de su misma especie.
Pensar que sucedería, cuando decidiera retornar el año
próximo de su acostumbrado viaje -en busca del clima
idóneo para paliar el frío invierno-, y le dijera: ¡hola soy
yo!!, y la joven le respondiera, perdona pero no se
quien eres. ¡Que decepción más grande!!.
Esto obedece, a que la golondrina carece de individualidad,
siendo esta, un requisito necesario para amar… De ello
se desprende, que existan personas, que no puedan amar
de verdad, porque la diferencia de sus individualidades
es insignificante.
¡El alma, es el carácter definitivo del ser!!.