Creo que a los veinte años, una persona, puede llegar a
estar muy enamorada.Pero la que ama a los treinta por
primera vez, es discreta y cautelosa, pues no suele enamorarse
de forma impetuosa.
Se deja seducir con suavidad,empieza a detectar posibles
riesgos, donde en la juventud solo percibe éxtasis…
A los cincuenta, quien se enamora de una más joven, es
capaz de realizar locuras sublimes, por vivir efectos que
están adormecidos, pero a pesar de ello, sigue caminando
con los ojos bien abiertos.
Cuida de su orgullo, para no dar la sensación de estar
angustiado.
La risa, la forma de hablar y los andares del ser humano,
son reflejos que muestran la condición de su corazón.