La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido de que la leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar «riesgos sanitario elevados», especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre los cuales se describen casos de meningitis bacteriana.
Sobre la indicación de hervir la leche para evitar riesgos, la entidad considera que la seguridad en el consumo «no debería recaer» en los consumidores y que las autoridades «deben garantizar la seguridad alimentaria por encima de cualquier otro factor».
En este sentido, OCU cree que la comercialización de productos por pequeños productores, de cercanía, alejados de las grandes cadenas de comercialización, «no puede nunca estar ajena a la seguridad alimentaria ya que un alimento, por definición, debe ser seguro».
Como ejemplo, recuerdan la alerta surgida por el consumo de queso fresco elaborado con leche cruda el pasado febrero, cuando la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición retiró los productos afectados, de la marca Ohian Txiki Koop, por contener ‘Listeria Monocytogenes’, una peligrosa bacteria que, de hecho, provocó un caso de meningitis.
La organización añade además que, si la «supuesta» ventaja de consumir leche cruda radica en que las propiedades nutricionales de la leche se encuentran intactas, «hay que saber que, una vez se realiza el hervido en casa, estas se deterioran en mayor medida que en el caso de la leche pasterizada».