5 Pautas para controlar el apetito provocado por la ansiedad o la tristeza
Cuando una persona se siente triste o ansiosa, despliega sus propias herramientas de regulación emocional o afrontamiento de la situación. Algunos optan por ir a hacer deporte, otros por irse de compras, otros por llamar a algún amigo/familiar y desahogarse. Cualquiera de estas opciones, de entrada, no representan consecuencias negativas.
Sin embargo, existe otra herramienta, frecuentemente usada, la comida. La psicóloga en Málaga Ana Romero Gómez del gabinete malagueño Psicólogos Málaga PsicoAbreu explica cómo se manifiesta la alimentación emocional y expone algunas pautas para ponerle freno.
¿Qué es la alimentación emocional?
Según la psicóloga malagueña, la alimentación emocional sería: «un estilo de afrontamiento que ponen en marcha algunas personas para enfrentarse a ciertas emociones negativas como la ansiedad, la soledad o la depresión«.
Algunos ejemplos prototípicos de alimentación emocional serían: comer alimentos dulces tras un problema amoroso, comida basura después de un día agotador en el trabajo o chucherías después de un suspenso.
Consecuencias de la alimentación emocional
En la mayoría de los casos, la alimentación emocional provoca un aumento de peso considerable, o por el contrario, deja al individuo sin apetito, con la consiguiente pérdida de peso.
Si la persona parte con un trastorno de la conducta alimentaria, entonces la situación se agravaría aún más. Ya que, estos pacientes se verían especialmente afectados.
Pautas para manejar la alimentación emocional
- Llevar a cabo conductas alternativas e incompatibles. Si siente ese impulso de recurrir a la comida, trate de llevar a cabo una actividad diferente como salir a pasear, hacer deporte, quedar con algún amigo, leer, pasear su perro o ir al cine.
- Beber mucha agua. La ingesta de líquido abundante ayuda a saciar la sensación de No importa que no tenga sed.
- Redacta un diario de alimentos. Anota diariamente todo lo que comas y bebas a lo largo del día, así como la cantidad. Esta estrategia puede ayudarte a diferencias si se trata de apetito real o emocional.
- Mantén un repertorio de alimentos saludables en casa. De esta forma, aunque tengas el impulso de consumir alimentos basura, no tendrás tentaciones en casa.
- Busca atención psicológica. La terapia psicológica dota a estos pacientes de nuevas herramientas y estrategias de afrontamiento más eficaces, proporcionan una educación emocional y enseña a manejar emociones. De esta forma, la persona recupera su bienestar psicológico.