- Estas marcas tienen algo en común y es que los usuarios de las mismas tienen unos estándares de vida en los que normalmente no optan por comprar “sólo” los productos que necesitan, sino que los compran de las marcas que ellos se pueden permitir y otros no
- Un restaurante muestra que es de primer nivel cuando además de una carta de primera línea y un servicio excelente te puede ofrecer finales exclusivos, como tomarse una copa de whisky Macallan 1926 o de licor Eva Pímez 1920
INTERNACIONAL.- Las marcas son el nombre con el cual identificamos a empresas, productos, o servicios. Un nombre propio que hace que tengan una personalidad única por encima del producto en sí, y diferenciándose de sus competidores de producto gracias a lo exclusivo que resulta el nombre de la marca. Rolls Royce, IWC, Eva Pímez, Diverxo, Lürssen, Maybach, Zagaleta, etc. son marcas en las que no caben más preguntas que si te lo puedes permitir o no, todo lo demás son excusas para justificar que no te lo puedes permitir.
Cuántas veces hemos oído decir a “la gente” que en un Rolls Royce es muy caro de mantener; o que si comes en Diverxo de Dabiz Muñoz se come poco y lo que pagas son las estrellas Michelín; o que Eva Pímez 1920 no es para tanto; o que vivir en la Zagaleta es un rollo porque está muy lejos de la playa; o que Tiffany es una joyería cualquiera, lo que pasa que salía en una película. La realidad es que casi siempre quién dice eso suele ser el que nunca ha tenido nada en su vida que se aproxime a esas marcas, lo más una burda falsificación de ellas en algún top manta. Estas marcas tienen algo en común y es que los usuarios de las mismas tienen unos estándares de vida en los que normalmente no optan por comprar “solo” los productos que necesitan, sino que los compran de las marcas que ellos se pueden permitir y otros no.
Más allá de la calidad
Lo que marca la diferencia entre unas marcas y otras no es sólo la calidad elevada, ya que toda la calidad puede llegar a tener un techo, puede llegar un momento en que no se puede servir en un restaurante comidas de mejor calidad, o que no se puedan hacer ropas con mejores telas. A partir de ese momento entran en juego los valores asociados a la marca, cuanto más cara menos gente la utiliza, y más importante y exclusivo eres, de tal forma que podríamos incluso llegar a decir que sabes cómo es de exclusivo algo o alguien observando las marcas que utiliza.
Por ejemplo, un restaurante muestra que es de primer nivel cuando además de una carta de primera línea y un servicio excelente te puede ofrecer finales exclusivos, como tomarte una copa de whisky Macallan 1926 o de licor Eva Pímez 1920; o bien poder brindar con champagne Dom Pérignon o con Lanson Black Label, todo ello mientras un aparcacoches uniformado vigila tu Rolls Royce o tu Maybach en la puerta. Puedes tener muchas excusas pero al final, como decía el magnate y banquero David Rockefeller: “Todo se reduce a una pregunta, ¿Te lo puedes permitir, o no? Si te lo puedes permitir tenlo, y si no, no lo critiques o todos notarán que no puedes y lo que sucede es que tienes envidia.”
La diferencia entre ricos y pobres
Internet está plagado de vídeos, artículos, etc. dedicados a cómo hacerse rico, y casi todos señalan que la mayor diferencia entre una persona rica y una pobre no está en su cuenta bancaria sino en su forma de pensar. Por ejemplo, un millonario se puede arruinar con un negocio, pero en su forma de pensar él es un rico que ahora está en una situación que no le corresponde y tiene que hacer algún negocio para volver a enriquecerse. Mientras que la mente de un pobre considera que el dinero es la fuente de todo mal y quien lo tiene es mala persona, así que si le toca la lotería considera que está en un mundo que no es el suyo e inconscientemente malgasta y se va arruinando hasta volver al sitio que él considera el suyo.
Las marcas exclusivas y de lujo no solo reflejan un estatus económico, sino un estado mental, por eso las marcas que usas hablan de ti y de cómo piensas.
