Es posible que la idea lleve tiempo rondándote la cabeza. Abandonar ese trabajo que no te aporta nada y lanzarte a la aventura empresarial. Pero claro, no es tan sencillo. Hay que sopesar bien los riesgos y las oportunidades. Decidir sobre tu futuro debe ser una cosa seria, eso está claro.
Explora todas las alternativas a trabajar por cuenta ajena
Si has terminado de estudiar y estás buscando trabajo, antes de nada, te recomendamos que te informes acerca de las demás posibilidades. Es muy común pensar mientras se llevan a cabo los estudios que, al finalizar, el objetivo es encontrar una buena empresa que nos contrate.
Trabajar para alguien más sin duda tiene muchas ventajas como, por ejemplo, un sueldo fijo a final de mes, unos horarios prestablecidos, la despreocupación de llegar a casa y olvidarte del trabajo…En definitiva, solo tienes que ir, cumplir y cobrar a final de mes la parte pactada.
Suena sencillo, pero tampoco lo es tanto. Muchas veces las cosas se complican, tienes poco margen de maniobra, toda una jerarquía de jefes y encargados por encima de ti, presiones, estrés y miedo a perder el puesto de trabajo. No todo es oro lo que reluce, hay que tener todo esto muy presente.
Hay quien se resigna a esto como si no hubiera nada más allá, como si para generar prosperidad económica esta fuese la única solución. Nada más lejos de la realidad: existen varias alternativas para no tener que depender toda la vida de un empleo a manos de una compañía.
Además, hoy en día ningún puesto fijo es seguro. Aquellos tiempos en los que una persona encontraba un trabajo en una empresa y se quedaba toda la vida se acabaron. Ahora el mercado laboral funciona de otra manera y nadie puede estar completamente seguro de su estabilidad.
Todos conocemos casos de algunos amigos o familiares que después de bastantes años en un mismo puesto de trabajo, la empresa decidió cortar por lo sano y prescindir de él o de ella. Hoy por hoy no sale tan caro despedir, y los números mandan. Si consideran que ya no les vales, no se lo pensarán.
No estamos queriendo decir que trabajar por cuenta ajena sea una mala idea. Para millones de personas alrededor del mundo esta opción funciona y consiguen encontrar un equilibrio entre sus necesidades personales y las exigencias de su empresa o el departamento en que trabajen.
Pero tanto si acabas de terminar de estudiar, como si ya llevas algún tiempo activo en el mercado quizás te has planteado alguna vez alternativas distintas al clásico trabajo de toda la vida. Eso significa que eres un alma inconformista y que quieres saber más, ver qué hay más allá.
Una de las posibilidades que tienes es estudiar una oposición. Conlleva no semanas o meses, sino años de estudio. No es tan sencillo aprobar, de hecho, es extremadamente dificultoso. En el caso de conseguirlo, toca rezar para obtener plaza. Es decir, no todos los que aprueban la obtienen.
Estudiar una oposición es casi un acto de fe. Muchas veces los opositores se ven forzados a abandonar el trabajo y dedicarse completamente. Si al final no se alcanza el objetivo, la sensación de pérdida de tiempo y frustración puede ser bastante grande y dolorosa.
Es cierto que quien finalmente lo consigue obtiene lo deseado por muchos: un trabajo con condiciones reguladas muy ventajosas, y una estabilidad que, salvo sorpresa mayúscula, durará para toda la vida. Se trata de una inversión que tienes que valorar muy bien si merece la pena hacer.
Otra de las opciones que tienes es crear tu propio negocio. En este sentido puedes recurrir a ideas propias y desarrollar todo el trabajo de estrategia desde el principio y por tu cuenta. Para hacerlo, deberás invertir mucho tiempo en formación e implementación hasta que tu idea pueda comenzar a caminar por sí sola.
También es posible llegar a ser empresario a través del apoyo y la guía que supone montar una franquicia. El mundo de las franquicias es extenso y ofrece mucha información. Por ejemplo, para abrir una franquicia Nobel, se ofrece todo tipo de datos acerca de las ventajas y los requisitos.
Apoyarse en una marca que tiene presencia y cuyo modelo de negocio ha sido ya validado tiene sin duda un nivel de seguridad mucho más alto. El éxito no está asegurado, porque dependerá mucho de tu gestión y buen hacer, pero las bases para alcanzarlo estarán asentadas.
Si llevas tiempo pensando en dejar ese trabajo que te quita la vida y estás cansado de trabajar para que se cumplan los sueños de los demás en lugar de los tuyos propios, desde aquí te animamos a dejar de hacerlo. ¡Todo en la vida es empezar!
