Los concejales del grupo municipal Eduardo Zorrilla y Remedios Ramos, han exigido esta mañana ante los medios que se realicen informes sobre todo el proyecto (informativos y jurídicos) y que se impulse un plan definitivo para acabar con los malos olores que producen los lodos del río.
El otoño de 2104, la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) recepcionó unas obras para acabar con los olores en la desembocadura del Guadalmedina y las pagó íntegramente (470.000 euros) a pesar de que no estaban finalizadas. Fueron unos trabajos “polémicos y costosísimos”, señala Zorrilla.
Los vecinos y vecinas, los alumnos y personal docente, usuarios y empleados del centro sanitario de la zona vienen padeciendo estos malos olores desde hace años y también denunciando que esa obra “fue una chapuza”. Técnicos de dos departamentos municipales (Urbanismo y Emasa) “opinaban diferente sobre sobre qué solución era la idónea”.
El proyecto que se impuso fue el de prolongar la plancha de hormigón hasta la desembocadura del río para que las máquinas circularan por ella para retirar los lodos. No era una solución definitiva y, además, la obra se quedó a mitad. La adjudicataria, añade Zorrilla, fue OHL, que aparece en los denominados “papeles de Bárcenas”.
A este “desastre” hay que añadir que la plancha se ha roto por el paso de las máquinas y que el equipo de gobierno lo achaca a un accidente. “El PP nos quiere tomar por imbéciles a vecinos y vecinas y grupos políticos. La obra se pensó para que aguantara el paso de máquinas, así que o está mal ideada o mal hecha y alguien tiene que dar explicaciones sobre ello. Desgraciadamente, estamos acostumbrados a que nadie responda de estos derroches y nosotros no vamos a permitirlo”.
IU-MPG presenta para el pleno del jueves una moción reclamando responsabilidades y soluciones a esta situación.