Por Rosa María Badillo Baena
¡Qué se encienda la luz
dentro de mí!
Quiero disfrutar del jardín de mi vida
donde hay inmensos tesoros.
El campesino que que cavaba la tierra
removiendo las rocas del abismo
en soledad, ya terminó su ciclo.
Ahora, me brindo otra posibilidad
recorrer la vía de la confianza
donde me espera el árbol de oro,
la tierra arada y regada
dispuesta para sembrar.
Ya puedo recoger los jazmines
del camino…
Por fin, los pájaros de mi alma
se echaron a volar.