Ignoro donde te encuentras, pero escribo estas letras,
en honor del pasado y los gratos momentos vividos.
¿Qué quieres que te diga?. Que te quise como mujer,
o como amante?. Como mujer, Dios te colmó de
encantos, y como amante, lo fuiste sin mañana…
Sabes donde se aprende a gozar y sufrir…¿Acaso
existe algún tratado que enseña el digno arte de amar?
Eso entiendo que se aprende en las entrañas de la
madre que nos dio la vida; y ella, me proporcionó la
suficiente esencia para lograrlo…
Escribo esta misiva, a pesar de saber, que jamás será
enviada por dos razones. La primera, por desconocer
tu paradero, y la segunda, porque después de haberte
querido, el alma que te escribe, no desea ofenderte
bajo ningún concepto.
Se y entiendo que todo lo material, es de la tierra,
del mismo modo que los recuerdos son del tiempo.