Por Geert De Clercq
PARÍS (Reuters) – Francia obligará a las empresas tabaqueras a ayudar a terminar con las colillas que ensucian las calles y contaminan el agua, a no ser que tomen medidas voluntarias en los próximos tres meses, dijo un ministro del gobierno el jueves.
La ciudad parisina recoge cerca de 350 toneladas de colillas todos los años a pesar de los ceniceros colocados en las paredes y la amenaza de una multa de 68 euros a cualquiera que le pillen tirando una al suelo.
«Si no se proponen compromisos efectivos para septiembre, el gobierno forzará a la industria a que se involucre en la recolección y eliminación de los deshechos», dijo el nuevo ministro de medioambiente Brune Poirson en una reunión con los representantes de la industria.
El ministro estima que se tiran 30.000 millones de colillas en Francia cada año, de las cuales más de 4 de 10 terminan en las playas, los bosques, los ríos y el mar.
Un solo filtro puede contaminar cientos de litros de agua por las sustancias químicas que contiene, y puede tardar más de una década en descomponerse, dijo Poirson.
El gobierno no ha especificado que medidas podría imponer, pero las autoridades dijeron que un plan obligatorio de reciclaje era una opción.
«El ministerio no será muy duro en el método, pero será firme en sus objetivos. La contaminación es importante, así que el compromiso no puede ser menor», dijo el alto cargo.
Las colillas son una de las formas más comunes de basura del mundo, con una estimación de 4,5 trillones de desechos anuales, de acuerdo con la revista médica Tobacco Control.