ROMA (Reuters) – Italia se negará a permitir que un barco humanitario que transporta a más de 600 inmigrantes atraque en sus puertos y ha pedido a la isla mediterránea de Malta que abra sus puertas a la embarcación, dijeron responsables del gobierno el domingo.
Malta ha ignorado la petición, afirmando que no tiene nada que ver con la operación de rescate, lo que abre la posibilidad a una disputa diplomática entre los dos aliados de la Unión Europea.
La decisión del nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, también líder de la Liga de extrema derecha, supone una maniobra de apertura para cumplir sus promesas electorales de detener el flujo de inmigrantes hacia el país.
«Malta no acoge a nadie. Francia devuelve a la gente en la frontera, España defiende su frontera con armas», escribió Salvini en Facebook. «A partir de hoy, Italia también empezará a decir no al tráfico humano, no al negocio de la inmigración ilegal.
Más de 600.000 inmigrantes han llegado a Italia en barco desde África en los últimos cinco años. Las cifras han caído abruptamente en los últimos meses, pero los rescates han aumentado en los últimos días, planteando a Salvini su primera prueba como ministro.
«Mi objetivo es garantizar una vida pacífica para estos jóvenes en África y para nuestros niños en Italia», dijo Salvini, utilizando el hashtag de Twitter «Estamos cerrando los puertos».
Sin embargo, Salvini carece de autoridad sobre los puertos y no estaba claro de manera inmediata si mantendría esa dirección. El alcalde de Nápoles, que ha tenido enfrentamientos en reiteradas ocasiones con el líder de la Liga, dijo que recibiría al barco humanitario.
«Nápoles está preparada, sin fondos, para salvar vidas», dijo.
La ONG europea SOS Méditerranée dijo en Twitter el domingo que su barco de rescate Aquarius llevaba a bordo 629 inmigrantes, entre los que se encontraban 123 menores no acompañados, otros 11 niños y siete mujeres embarazadas.