Según las últimas estadísticas, solo en la ciudad de Madrid se producen cerca de 70 robos de viviendas al mes. Y, en la mayoría de las ocasiones, sin necesidad de que los ladrones fuercen la cerradura de la casa, ya que lo hacen a través de una ganzúa que lleva por nombre la llave mágica.
A pesar de todo, tal y como aseguran los cerrajeros urgentes en Alcorcón, la cerrajería sigue siendo uno de los principales sistemas de seguridad de cualquier hogar. De ahí la importancia de tener siempre a mano a algún cerrajero de confianza no solo para cualquier arreglo o imprevisto, sino para mantener las cerraduras de la casa en el mejor estado posible.
Cuándo comenzar el mantenimiento de una cerradura
Los problemas que suelen presentar las cerraduras no son fáciles de solucionar, por lo que se requiere la atención de un cerrajero barato torrejón de ardoz o cualquier otro profesional. Será este quien ofrezca precisamente las pautas a seguir para un buen mantenimiento de las cerraduras y así hacer que sean eficientes y duren muchos años.
Los primeros síntomas de que una cerradura necesita de un buen mantenimiento se dan cuando esta cuesta abrir o la llave no puede entrar o salir con facilidad por el bombín o el cilindro de la cerradura. Si no se toman medidas urgentes contra estos problemas, la cerradura terminará de dañarse por completo hasta el punto de dejar de funcionar o hacerse inservible.
La falta de mantenimiento de una cerradura comportará, lógicamente, un gasto de dinero y de tiempo. Es muy probable que al dañarse la cerradura no se pueda acceder a la vivienda, hasta el punto de que en algunos casos más graves se tenga incluso que sustituir la puerta en su totalidad.
Consejos para cuidar las cerraduras
Los cerrajeros urgentes de Coslada ofrecen siempre una serie de consejos y recomendaciones para cuidar las cerraduras:
- No encastrar el cilindro en la puerta con violencia
- El saliente del cilindro debe sobresalir unos 3 milímetros como máximo con respecto al herraje de la puerta
- Utilizar preferentemente herrajes antirrobo
- Abrir y cerrar solo con llaves que no estén dañadas
- Introducir siempre la llave hasta el tope
- No girar nunca la llave con violencia
- Abrir la puerta siempre utilizando el picaporte y nunca tirando de la llave girada
- No dejar la llave permanentemente dentro de la cerradura, ya que podría dañarse el cilindro
- No utilizar ningún aceite en el bombillo
- Revisar el nivel de humedad en las cerraduras de las puertas de madera
- Usar topes en las puertas para evitar que los golpes estropeen o dañen la capa protectora de las cerraduras
Hay una serie de materiales que resultan necesarios para el buen mantenimiento de una puerta. Estos serían los siguientes:
- Grafito
- Lubricante en aerosol
- Un cepillo de dientes viejo
- Un paño seco
- Alcohol
Cómo mantener las cerraduras de una casa
A partir de aquí, podemos pasar a la tarea de mantenimiento de nuestra cerradura. El proceso no es realmente muy complicado, ya que la mayoría de las cerraduras poseen las mismas estructuras. De ahí que pueda hacerse cada cierto tiempo o cada vez que surjan algunos de los pequeños problemas mencionados anteriormente.
Lo primero que habrá que hacer, según los cerrajeros puente vallecas, será abrir la cerradura retirando los tornillos correspondientes. Las cerraduras del interior del hogar cuentan, por lo general, con una manilla y un embellecedor que se deberán quitar solo dándoles la vuelta. A partir de aquí, ya se podrá tener acceso al interior de la cerradura.
Este primer paso hay que llevarlo a cabo con la puerta abierta para poder tener acceso por los dos lados del cilindro que conforman la cerradura. Una vez abierta, se pasa el cepillo de dientes viejo para retirar el polvo acumulado que puede estar obstaculizando los orificios de la cerradura.
Una vez limpio el polvo, es tiempo de colocar el grafito en la cerradura. El grafito es un polvo de color gris muy duradero que está considerado como uno de los mejores lubricantes de cerradura.
Al mismo tiempo, para el mantenimiento de la cerradura también se puede emplear un paño seco sumergido en un poco de alcohol o un paño de algodón ligeramente mojado con un poco de agua. El paño se pasa por el interior de la cerradura para quitar el polvo. Cuando lo hayamos retirado, se puede lubricar cada parte de la cerradura cómodamente con un aerosol en spray.
Estos procesos de mantenimiento de la cerradura se pueden realizar cada 6 meses aproximadamente o una vez hayamos detectado algún tipo de problema. De esta manera, evitaremos que se atasque o se dañe por completo, razones por las que muy probablemente haya que sustituirla por completo.
En definitiva, mantener cuidadas nuestras cerraduras es de suma importancia. En realidad, es el primer sistema de seguridad de la vivienda y el elemento que evitará en buena medida que la paz y la tranquilidad del hogar se alteren.