Un país en llamas que necesita la sed calmar.
En la mañana queda la nación
en manos de otros.
¿Serán reflejo del espejo
de los que marchan
acarreando la sentencia
de no ser
ya gobernadores del país?
Sería serio proceder
entretejer las manos
asumiendo el apoyo
de aquellos que aplaudieron
su proceder
en esa cámara, democracia
baila.
Es prudencia la palabra
que debería tener en su mente
el nuevo hombre que releva
años de decisiones con serena
apariencia.
Y el ahora esperemos
que se encarrile todo
las pensiones que se sublevan
las mujeres que reclaman
los muchachos sin trabajo
compleja tarea la suya.
María José Luque.