Ante ciertos problemas, nuestra aportación depende de lo
que hacemos en cada momento. Hay personas que se
lamentan por el aumento de la pobreza, pero serían -en
cierto modo- incapaces de echar un cable a un compañero
en apuros económicos, por poner un ejemplo.
El torrente de información que nos inunda diariamente,
produce a menudo «miopía emocional». Es decir, nos damos
cuenta de los males del mundo, pero cerramos los ojos a lo
que sucede a nuestro lado. que es donde tenemos poder
de intervención. Los grandes cambios se producen como
suma de miles de gestos, que acaban transformando una
sociedad. » Sin lo pequeño no se llega a lo grande» Hay
que empezar por ahí. Tal vez, porque es más cómodo
lamentarnos, que hacer algo concreto.No olvidemos que
día a día tenemos la oportunidad de hacer más fácil la
vida.