El presidente de la PABVI (Asociación de Planetas para la Búsqueda de Vida Inteligente) mostró en el panel hermosas imágenes de bosques, selvas, desiertos, océanos, aves exóticas, reptiles verdes y animales de especies extrañas, y gritó: “¡Y hay vida inteligente!” Julia y Marco dando un brinco se abrazaron como el resto de los delegados de sección interplanetaria.
El presidente prosiguió: “Sin embargo, hay un grave problema que amenaza con la supervivencia del planeta. Detectamos una pandemia de estulticia, que está provocando daños irreparables y que amenaza con extenderse: vertidos de residuos tóxicos, emisión de gases, tala indiscriminada de árboles, basura espacial, incendios, ensayos nucleares, guerras… Si no se detienen conducirán a la autodestrucción del planeta.
Hemos elaborado un programa para evitar que la pandemia llegue a cotas de no retorno pero necesitamos vuestra colaboración.
La misión consistiría en viajar al planeta Tierra y avisarles de que han de abstenerse de ejercer todo tipo de violencia.”
Los asistentes empezaron a abandonar la sala. Julia miró a Marco extrañada.
-¿No piensan ayudarles?
-Dudan de que en la Tierra existan auténticos humanos – dijo Marco.
-¿Y tú qué crees? – preguntó Julia.
-¿Vamos a descubrirlo?
Y se dispusieron a surcar la galaxia.
El progreso, Roberto Carlos
Blog de Eugenia Carrión