Cuba abogó hoy en la Unesco por desterrar para siempre la guerra, la amenaza y el uso de la fuerza en el planeta, y resaltó las potencialidades de esa organización de la ONU para fomentar un mundo de paz.
Así lo declaró el representante de la nación caribeña ante el Consejo Ejecutivo, Oscar León González, al intervenir durante la sesión 204 de ese órgano rector de la Unesco.
Esta organización de Naciones Unidas es ‘la institución internacional mejor preparada para fomentar la paz y la seguridad internacionales a través de la educación, la cultura, los conocimientos científicos y el acceso a la información. Hoy como nunca antes necesitamos de ella para seguir erigiendo en la mente de hombres y mujeres los baluartes de la paz’, aseveró.
El también presidente de la Comisión cubana de la Unesco resaltó como un elemento inspirador la declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, ‘un hito en la historia de nuestra región’, destacó.
En su discurso, el representante enfatizó en el compromiso de Cuba con la Unesco y los valores que ella representanta, además de reafirmar la disposición a trabajar todos juntos para alcanzar las metas y objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
Por otro lado, León González sostuvo que el Consejo Ejecutivo se reúne en una coyuntura particularmente compleja, en la cual ‘graves e inminentes peligros amenazan la existencia de nuestra especie como el cambio climático, las armas nucleares y la intolerancia cultural que provocan conflictos armados y atentan contra la paz’.
Asimismo, estimó que ‘la crisis multidimensional y sistémica acompañada de las violaciones a los principios y normas del derecho internacional impide la construcción de un orden mundial más justo, basado en la solidaridad humana, el diálogo y la cooperación’.
De acuerdo con sus declaraciones, la Unesco no escapa a ello, pues vive sumida desde el año 2011 en la crisis financiera más profunda de su historia, resultado del impago de su principal contribuyente, Estados Unidos, que adeuda más de 600 millones de dólares y ha declarado su retirada de la organización.
Esa crisis de impago supone para la Unesco ‘un gran desafío’, indicó, ‘que deberá aprovecharse como oportunidad para profundizar el cambio y la reforma estructural de la organización, basado en un análisis crítico’.
En este sentido, señaló que a los cambios ‘no hay que temerles si actualizan y fortalecen a la Unesco; eso sí, sin renunciar jamás a su carácter intergubernamental, a sus mandatos y objetivos fundacionales, aún hoy vigentes’.
León González recordó que Cuba sufre ‘un cruel e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero marcado por su alcance extraterritorial, que impacta en su relación con la Unesco’.
No obstante, agregó, ‘cumple sus obligaciones financieras. Lo hace por apego al derecho internacional y al multilateralismo, por su compromiso con la organización y los valores y principios universales que esta promueve’.