La salud psíquica precisa «de la tensión existente entre
lo que se ha logrado, y lo que queda por conseguir, o la
distancia entre lo que uno es, y lo que debería llegar a
ser».
Una vida sin tensiones, no equivale a una existencia
feliz ni equilibrada, ya que lo que nos hace plenamente
humanos, es poder luchar por una meta que merezca
la pena.Es lo que en lenguaje logoterapéutico se llama
«neodinámica», es decir, vivir con la tensión entre dos
polos; la meta a alcanzar, y la persona dispuesta a
cumplirla.
«Cuando los arquitectos pretenden apuntalar un arco
con riesgo de hundirse,aumentan la carga en la clave,
para que sus piezas se unan con mayor fuerza. De la
misma forma, si los terapeutas procuran fortalecer la
salud mental de sus pacientes, no deben tener miedo
a aumentar su tensión interior, si con ello les conducen
a reorientar o encontrar el sentido de sus vidas».