Porque lo más extraño de esa circunstancia a menudo
en la que tenemos que vivir,consiste en que nos presenta
siempre, dentro de su círculo y horizonte inexorable, una
variedad de posibilidades para nuestra acción, variedad
ante la cual, no tenemos más remedio que elegir y, por lo
tanto, ejercitar nuestra libertad.
La circunstancia- repito – y el aquí y ahora, dentro de los
cuales estamos inscritos y prisioneros, no nos impone
en cada instante una única acción o hacer, sino varios
posibles, dejándonos cruelmente entregados a nuestra
iniciativa e inspiración; por tanto, a nuestra responsabilidad.