Cuando vayan mal las cosas, como en ocasiones suelen
ir, cuando tu camino esté repleto de cuestas que subir,
cuando tengas poco haber y bastante que pagar, y
precises sonreír, aun teniendo que llorar, cuando el
dolor te agobie, y no puedas ya sufrir, debes descansar
pero nunca desistir.
Tras las sombras de la duda, planteadas o sombrías,
puede bien surgir el triunfo y no el fracaso que temías.
Debes saber, que el bien que anhelas, no está tan
lejano, para ello, debes seguir con tu lucha, a pesar
de que tengas que pasar malos momentos…
¡Cuando todo esté peor, más debemos insistir!!.