El poder de las emociones en la salud física
Peter Gotzche científico y profesor catedrático en la Universidad de Copenhague, ha apuntado que los tratamientos farmacológicos que usamos de forma frecuente, constituiría la tercera causa de muerte mundial, por detrás de los problemas cardiovasculares o el cáncer. Del total de los fármacos consumidos, el 10 % lo constituyen psicofármacos, como ansiolíticos y antidepresivos. ¿Qué hay detrás de los problemas de salud?
Las personas se encuentran inmersas, por completo, en un mundo de constante competición, prisas y estrés. Sometidos a una lucha sin tregua por cumplir expectativas en prácticamente todas las áreas de nuestra vida (socia, familiar, laboral, etc) y lograr alcanzar las exigencias impuestas en ocasiones por el contexto, y en ocasiones por nosotros mismos.
Y en mitad de todo ese ajetreo, se encuentra el cuerpo, lanzando mensajes en forma de emociones. Según la psicóloga en Málaga Ana Romero Gómez, del gabinete Psicólogos Málaga PsicoAbreu: «las emociones actúan como las luces del salpicadero de nuestro coche. Estas emociones están ahí para ofrecernos información valiosa y en muchas ocasiones pretenden hacernos disminuir el ritmo de “nuestro coche”, y hacernos disfrutar de la carretera de la vida. Sin embargo, solemos encontrarnos demasiado ocupados para escuchar esas emociones, de modo que continuamos la marcha, aún con problemas, ignorando todas las señales».
Para Ana Romero, ignorar las señales emocionales sería el origen de la gestación de una enfermedad, que se va forjando lentamente. Es decir, seríamos nosotros mismos quienes nos originamos las enfermedades. De modo que presenciamos como espectadores situados en primera fila, un boicot sobre nuestra propia salud y nuestra propia vida.
¿Cómo evitar la enfermedad?
Aprender el significado de las emociones, saber interpretarlas y buscar el equilibrio emocional, esas serían las claves para evitar el cáncer, la ansiedad, los problemas del estado de ánimo, problemas cardiovasculares, etc.
La enfermedad es la forma que tiene el cuerpo humano para comunicarse, los fármacos se encargan de silenciar esos mensajes. Mientras, la enfermedad sigue desarrollándose en silencio. El origen de la enfermedad se encuentra en el estrés, la culpa, una relación tóxica, una adicción, una vida infeliz, etc.
Así, el cambio resulta imprescindible para acabar con la enfermedad. El cambio en las emociones, los pensamientos y el comportamiento. En este sentido, la terapia psicológica se convierte en el medio fundamental para alcanzar esos objetivos.