La Jubaea debe su nombre a un rey bereber muy aficionado a la botánica; hay ejemplares de esta planta que tienen más de 1.500 años
Nombre científico: Jubaea chilensis (Molina) Baill.
Familia: Arecáceas
Paseando por el jardín histórico de La Concepción, cerca del gran Ficus macrophylla que hay junto al ‘puente carreteros’, puede verse una palmera que es una de sus joyas botánicas; se trata de un ejemplar de más de 13 metros de altura y tronco marcadamente abotellado.
La palmera de Chile es de aspecto impresionante, con uno de los troncos más gruesos, ya que puede superar el metro y medio de diámetro y más de 25 m altura; liso y de color
grisáceo. Sus hojas pinnadas, de unos 2 m de larga, forman una copa densa.
Todo ello la hacen muy decorativa, con un porte muy elegante. Jubaea es un género con esta como única especie. Debe su nombre al rey bereber Juba II, muy aficionado a la botánica. Como indica su nombre específico, es originaria de Chile. En Europa se introdujo en 1843. Es una especie muy longeva, pues hay ejemplares de 1.500 años. Le gusta vivir a
pleno sol y en suelos bien drenados. Soporta tanto climas cálidos como fríos (incluso 15º bajo cero), sin embargo no se suele encontrar en los viveros, ya que es de lentísimo crecimiento.
De la savia de su tronco se obtiene “miel de palma”, con la que se hace una bebida alcohólica, por lo que en su lugar de origen la llaman palma del vino o palma de miel. Sus dátiles o coquitos son comestibles, aunque no están muy sabrosos. Todo ello ha hecho que su población natural haya disminuido mucho, estando actualmente protegida.