La esfera de las cosas inanimadas, obedece las mismas
leyes que rigen a los seres vivos, que el universo,todo
sigue el mismo principio, o sea, que nunca se posee
nada, en ninguna parte ni en ningún tiempo a través de
la violencia; que el mundo, escapa a los ambiciosos en
la misma proporción, en que ellos se esfuerzan por
apresarlos, y que es necesario ante todo, dejar de desear
con egoísmo, para empezar a obtener, para empezar a
comprender, la esencia de las cosas y de los seres.
Hasta las piedras y las montañas, son capaces de
devolver amor por amor, porque todo es un eterno
juego de ecos.