Una investigación de la Universidad de Granada ha revelado que el 88 % de las personas que han sufrido un desahucio presentan ansiedad y nueve de cada diez depresión y han advertido del «enorme deterioro» de la salud mental de los que pierden su vivienda.
Científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) y de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, junto a investigadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), han analizado el efecto de los desahucios sobre la salud de las personas afectadas.
Su trabajo ha revelado que este colectivo muestra índices muy altos de ansiedad, que afecta al 88 % de la muestra entrevistada, y de depresión, detectada en nueve de cada diez personas desahuciadas.
Este trabajo, que ha publicado recientemente la revista The Spanish Journal of Psychology, ha tenido como objetivo explorar la salud mental de las personas afectadas por desahucios, para lo que se ha examinado a 205 voluntarios para conocer si muestran síntomas de ansiedad, depresión y estrés.
Una de las investigadoras de este proyecto, la profesora de la Universidad de Granada Humbelina Robles Ortega, ha señalado que uno de los datos más llamativos está relacionado con la alta incidencia de sintomatología de estrés postraumático en las personas que están viviendo un «proceso dramático como es el de los desahucios».
«Desde que se inicia el proceso, con la dificultad para pagar la hipoteca cada mes, hasta el momento en que la familia es desalojada de la vivienda, pueden transcurrir años», ha recordado Robles.
Se trata de un periodo prolongado de estrés, «una situación de amenaza e incertidumbre dramática con la que se levantan cada mañana y se acuestan cada noche, que está afectando su integridad física y psicológica».
«Hemos encontrado una alta proporción de participantes que están viviendo la amenaza de perder su hogar con temor, impotencia y horror», ha apuntado la investigadora, que ha recalcado que así afrontan la pérdida de la vivienda el 72,5 % de los entrevistados.
Al igual que ocurre con los niveles de ansiedad y depresión, se observan diferencias de género en sintomatología de estrés postraumático, siendo las mujeres las que presentan niveles de síntomas de estrés postraumático más altos.
Estos hallazgos tienen según los investigadores importantes implicaciones clínicas, sociales y políticas, por las que han reclamado medidas urgentes para atender la salud mental de las personas afectadas.
Al mismo tiempo, los autores del trabajo han considerado necesario implementar políticas efectivas para encontrar soluciones alternativas a la etapa final del proceso de desalojo de viviendas
Su trabajo ha revelado que este colectivo muestra índices muy altos de ansiedad, que afecta al 88 % de la muestra entrevistada, y de depresión, detectada en nueve de cada diez personas desahuciadas.
Este trabajo, que ha publicado recientemente la revista The Spanish Journal of Psychology, ha tenido como objetivo explorar la salud mental de las personas afectadas por desahucios, para lo que se ha examinado a 205 voluntarios para conocer si muestran síntomas de ansiedad, depresión y estrés.Una de las investigadoras de este proyecto, la profesora de la Universidad de Granada Humbelina Robles Ortega, ha señalado que uno de los datos más llamativos está relacionado con la alta incidencia de sintomatología de estrés postraumático en las personas que están viviendo un «proceso dramático como es el de los desahucios».
«Desde que se inicia el proceso, con la dificultad para pagar la hipoteca cada mes, hasta el momento en que la familia es desalojada de la vivienda, pueden transcurrir años», ha recordado Robles.
Se trata de un periodo prolongado de estrés, «una situación de amenaza e incertidumbre dramática con la que se levantan cada mañana y se acuestan cada noche, que está afectando su integridad física y psicológica».
«Hemos encontrado una alta proporción de participantes que están viviendo la amenaza de perder su hogar con temor, impotencia y horror», ha apuntado la investigadora, que ha recalcado que así afrontan la pérdida de la vivienda el 72,5 % de los entrevistados.Al igual que ocurre con los niveles de ansiedad y depresión, se observan diferencias de género en sintomatología de estrés postraumático, siendo las mujeres las que presentan niveles de síntomas de estrés postraumático más altos.
Estos hallazgos tienen según los investigadores importantes implicaciones clínicas, sociales y políticas, por las que han reclamado medidas urgentes para atender la salud mental de las personas afectadas.
Al mismo tiempo, los autores del trabajo han considerado necesario implementar políticas efectivas para encontrar soluciones alternativas a la etapa final del proceso de desalojo de viviendas
