La herramienta de la que disponemos para cultivarnos
son los libros.» Cuando se lee un buen libro, dan ganas
de mandarlo todo a paseo y, entonces empezar a vivir
una vida singular y única. Uno siente un deseo tan fuerte
de autenticidad, que de repente se puede invocar la vida
sin que te tiemble la voz».
Es recomendable, destinar un espacio en nuestro estante
para aquellos que nos han hecho como somos, aquellas
obras que nos pueden guiar como faro, cuando por causas
diversas nos extraviamos en nuestro camino.
Hermann Hesse decía que cada libro que leemos, hace
oscilar nuestra brújula interior y nos reposiciona en la
vida.Los libros que nos guían, no solo son herramientas
de crecimiento individual, también pueden servir para
abonar y regar los campos vecinos.Ellos dirán quién somos
o quien nos gustaría ser.Volver a leerlos, nos permitirá
reconocer aquellas semillas que incorporamos a nuestro
jardín tiempo atrás, y que lo ha convertido en lo que
es hoy.