El encuentro, correspondiente a la jornada 15ª de LaLiga, arrancó a las 12:00 horas bajo un suave ‘txirimiri’ que contribuyó al deslizamiento del cuero sobre el verde de Anoeta. El conjunto local comenzó buscando con insistencia la portería malaguista, pero la zaga blanquiazul (en esta ocasión de naranja) se mantuvo firme y no permitió al cuadro Txurriurdin adelantarse en el electrónico. Con el correr del crono, las fuerzas se igualaron y el Málaga CF aumentó su presencia en las inmediaciones de la puerta adversaria.
Tanto así, que una buena presión de Keko en el minuto 22 permitió a Borja plantarse en un mano a mano con el guardameta Rulli. El ‘9’ fue zancadilleado dentro del área, pero intentó continuar la jugada trastabillado. Su tiro fue despejado en la raya de gol por lo que el colegiado anuló la ley de la ventaja y decretó pena máxima. El propio Borja transformó desde los once metros el penalti para inaugurar el marcador (0-1, 23’).
Tras el tanto, malaguistas y realistas se intercambiaron ocasiones sin éxito. Con el resultado de 0-1 se llegó al descanso.
Nada más retomar el pulso el partido, el cuadro de Míchel tuvo la primera ocasión de la segunda mitad. Borja aprovechó un despiste de la defensa rival para encarar de nuevo a Rulli pero no logró superarlo. Pocos minutos más tarde llegaría el segundo tanto malaguista.
Recio envió un centro envenenado a balón parado justo al corazón del área realista. William José despejó con la mano el envío y el árbitro volvió a señalar penalti a favor del MCF. De nuevo, Borja se encargó de su ejecución, pero en esta ocasión el arquero contrario adivinó la intención y rechazó el disparo. Sin embargo, Chory estuvo muy atento al rechace y logró introducir el balón dentro de la portería (0-2, 57’).
En el tramo final, los dos equipos siguieron tratando de anotar, pero el marcador ya no se movió. Con lo tres pitidos finales, el Málaga CF selló tres puntos muy importantes a domicilio que dan un importante balón de oxígeno al plantel.