El envejecimiento de la población es un fenómeno que ni mucho menos amenaza en exclusiva a España, sino que alcanza a prácticamente todos los países de Europa occidental, pero no con la misma intensidad ni con las mismas previsiones de futuro.
Según estimaciones de la OCDE, en 2050 España será el segundo país de la organización en el que habrá más personas mayores de 65 años por cada cien habitantes entre 20 y 64, un total de 77, solo superado por Japón. En 2015, esta cifra era de 31, menos de la mitad de la que pronostica la organización para 2050.