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jueves, noviembre 28, 2024

Los rifeños: los vecinos de enfrente

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¿Qué es el Rif? ¿Quiénes son los rifeños? Es posible que los jóvenes de hoy, esos que llaman los milennials, no hayan oído hablar nunca de ellos.

Son los vecinos de enfrente, los que están ahí, al otro lado de la calle.

El Mediterráneo ha sido una calle desde hace miles de años. Cuando no había aviones, ni ferrocarriles, ni carreteras de asfalto, cuando no había siquiera calzadas romanas, caminar por tierra era muy difícil y la gente viajaba más rápida y cómodamente en barcos por el Mediterráneo. Desde Tarifa se ve el Monte Musa ahí cerca, casi al alcance de la mano. El Estrecho de Gibraltar mide quince kilómetros y se puede cruzar a nado, varios lo han hecho. Y desde que aprendimos a navegar hemos estado cruzando continuamente la calle de un lado para otro: comerciantes, soldados, recaudadores de impuestos y sus familias.

Hace mucho tiempo que vinieron de oriente los fenicios y construyeron puertos para sus barcos en nuestras costas. Y construyeron el de Rusadir, que ahora se llama Melilla. Y el de Malacca, posiblemente en honor de su dios Moloch, y otros puertos, establecimientos comerciales, grandes almacenes, tiendas, a lo largo de esta calle, que era una calle muy comercial. Y los barcos fenicios iban y venían de Rusadir a Malacca y a Gades y a Tingis.

Y después vinieron los griegos y ocuparon nuestras costas, a ambos lados. Y después los cartagineses, y todos los vecinos de la calle fuimos súbditos del imperio, de Cartago.

Y después vinieron los romanos y aquello fue la provincia de la Tingitania, con la capital en Tingis, en Tánger, y a este lado estaba la provincia de la Bética, con la capital en Corduba. Y todos fuimos romanos.

Hay algún debate sobre qué territorio podemos calificar como Rif. Algunos lo reducen al que formó parte de la República del Rif en 1921. Otros tenemos una visión más amplia que coincide con la Mauritania Tingitana de los romanos,  el Protectorado Español o las dos primeras regiones oficiales de la organización actual de Marruecos: la de Tánger-Tetouan-Al Hoceima y L’Oriental. Es decir, desde Larache y Alcazarquivir hasta Berkane.

 El Protectorado y la República del Rif

Después de los romanos vinieron los vándalos y los visigodos y los bizantinos. Y hubo un visigodo llamado el Conde Don Julián, que mandaba en aquel lado de la calle, en Ceuta, que se sublevó contra el rey visigodo Don Rodrigo, que vivía en Toledo.

Y entonces vinieron los árabes y mandaron los Omeyas. Y todos los vecinos de la calle fuimos Al Ándalus. Porque tan Al Ándalus eran Frigiliana como Xauen o Archidona como Segangan.

Y después Al Ándalus se dividió en reinos independientes, en Taifas. Y hubo una Taifa mālaqui, con capital en Málaga, y de la que formaban parte ciudades como Algeciras, Ceuta y Tánger. Y un par de veces la Taifa Malaqui invadió la Taifa de Nekor, que estaba al otro lado de la calle, en Tensaman, en el entorno de Alhucemas.

Y después vinieron los Almorávides que venían de abajo, del Sáhara, nos invadieron a todos. Y después volvieron las Taifas. Y después vinieron los Almohades, y después fuimos del Reino de Granada, y después vino el de Castilla y Pedro de Estopiñan ocupó Melilla.

Los rifeños seguían viniendo en barco a visitar a sus parientes los moriscos de las Alpujarras o, a veces, a piratear y robar en nuestras casas. Y se fortalecieron esas más de 50 torres (Chilches, el Cantal, el Jaral, Calahorra, Torre Bermeja, …) que vemos a lo largo de nuestra costa, para poder combatirlos.

Y cuando los moriscos de las Alpujarras se sublevaron en Frigiliana y fueron derrotados, algunos pudieron escapar y se fueron a vivir al otro lado de la calle, al Rif.

Los sultanes de Marruecos vivían en sus capitales: Fez, Marraqués, Mequinez o Rabat, y tenían poder político y poder religioso como príncipes de los creyentes. Pero solo una parte del territorio, Bled el-Mahzen, estaba controlado y se sometía a su poder político, mientras el resto, Bled es-Siba, solo reconocía su papel religioso. Eran como los Papas católicos, que mucha gente reconocía su liderazgo religioso pero solo ejercían su poder político en los Estados Pontificios. El Rif estaba en el Bled es-Siba: elegían sus propios líderes, no pagaban impuestos al sultán y cuando algún sultán intentaba enviarles gobernadores y recaudadores de impuestos, a veces acompañados de tropas, los rifeños les indicaban enérgicamente cuál era el camino de vuelta.

En 1840 los rifeños se enfadaron con los españoles que vivían en aquel lado de la calle y empezaron a atacar las plazas españolas en el Rif: Melilla, Alhucemas, Vélez de la Gomera y Ceuta. Y hubo batallas en las que murieron miles de soldados y de civiles. Wad-Ras, Los Castillejos, Tetuán. Hasta 1860.

La guerra de Margallo
Muerte de general Margallo

En 1893, 6.000 guerreros procedentes de treinta y nueve cabilas atacaron Melilla. Fue la llamada Guerra de Margallo, en la que murió el gobernador de Melilla, el general Juan García Margallo, y miles de españoles y rifeños. Las tropas del sultán de Marruecos se unieron a las españolas para reprimir a los sublevados que consiguieron mantener su asedio durante más de un año.

En 1906 se reunieron en Algeciras representantes de trece naciones: todas las potencias europeas (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Imperio Austro-Húngaro, Rusia,…) más Estados Unidos y el sultán de Marruecos. Y decidieron encargar a España el Protectorado del Rif. Que los protegiera.

Dos años después, en 1908, el Conde de Romanones y otros capitalistas constituyen la Compañía Española de las Minas del Rif con el fin de explotar las minas de Uixan y Guelaya y empiezan a construir un ferrocarril para embarcar el mineral en Melilla.

Pero a los rifeños no les pareció bien el negocio, en el que se llevaban sus minerales y ellos no ganaban nada. En 1909 se sublevó el líder Amezzian, de la tribu de los Igueriyen de Segangan. Empezó a atacar a los obreros españoles que construían el ferrocarril. Se enviaron tropas y hubo una importante batalla en el Barranco del Lobo en la que murieron o fueron heridos cientos de soldados españoles. Amazzian muere en una emboscada que le hacen en Adrar Hamam, cerca de Melilla, en 1912.

En 1921 se sublevó Abdel Krim Al Khatabí de la tribu de los Beni Urriaguel. En Annual y Monte Arruit mueren 10.000 soldados españoles y rifeños que combaten del lado de los españoles. Entra en Melilla, hasta el Barrio del Real. Y proclama la República del Rif.

El pueblo español no estaba, lógicamente, muy contento con eso de que los jóvenes, los mozos, fueran a luchar allí, al otro lado de la calle, a matar y a morir. Ya en 1909 los catalanes se habían sublevado para impedir el embarque de los mozos de reemplazo que iban a la guerra y hubo una Semana Trágica en la que las manifestaciones fueron disueltas a tiros y murieron 75 civiles.

En el Barranco del Lobo
hay una fuente que mana
sangre de los españoles
que murieron por la patria.

Melilla ya no es Melilla,
Melilla es un matadero
donde mandan a los mozos
a morir como corderos.

En agosto de 1923 las tropas que estaban siendo embarcadas en el puerto de Málaga para ir a la guerra del Rif se amotinaron y la rebelión se extendió a los cuarteles de Segalerva y Capuchinos.

Hay que entender que en aquel momento el jefe del gobierno de Rusia se llamaba Vladimir Ilich Lenin y estaba ganando las simpatías de intelectuales y trabajadores de todo el mundo. Soplaban aires revolucionarios, se había fundado la Tercera Internacional y en España se acababa de fundar el Partido Comunista. El pueblo español estaba muy enfadado con eso de que los mozos fueran a morir en el Rif. Entonces se volvieron a cantar aquellas coplas:

¡Pobrecitas madres,
cuánto llorarán,
al ver que sus hijos
a la guerra van!

Y en las corralas y en los patios de vecinos se oían voces jóvenes:

Ni me lavo ni me peino
ni me pongo la mantilla,
hasta que vuelva mi novio
de la guerra de Melilla.

Y en las manifestaciones, mítines y reuniones sindicales otras voces más graves gritaban:

Los obreros de la mina
están muriendo a montones
para defender las minas
del conde de Romanones.
que luego los asesina.

En septiembre de 1923, un mes después de la sublevación de las tropas en Málaga, un golpe de Estado con la complicidad del rey Alfonso XIII impone la dictadura del general Miguel Primo de Rivera. Para poder continuar con la Guerra del Rif.

Abd el Krim en la revista Time
Abd el Krim en la portada de la revista Time de agosto de 1925

Hicieron falta los ejércitos de Francia y España juntos, con la complicidad del resto de las potencias. Se utilizaron las técnicas bélicas más avanzadas. El gas mostaza y otros agentes químicos son dispersados, desde aviones por primera vez en la historia de las guerras, sobre los montes y valles del Rif envenenando arroyos, cursos de agua y fuentes. Un año después de estos bombardeos, en 1925, se aprobó el Protocolo de Ginebra prohibiendo el uso de armas químicas y bacteriológicas que entró en vigor en 1928. Demasiado tarde. La República del Rif había caído en 1926.

Y después fuimos hermanos y los vecinos de los dos lados de la calle estuvimos otra vez juntos, bajo el mismo gobierno, en paz, durante diez años.

Porque el 17 de julio de 1936 se sublevó el General Franco, al mando del ejército del Rif. Al día siguiente, el 18 de julio, hubo otra sublevación en la península que resultó un fracaso: el 90% del ejército de la península permaneció leal a la República. Las tropas africanas del General Franco, con su núcleo fundamental de las Tropas Regulares Indígenas, los rifeños, los moros, invadieron la península y fueron las fuerzas de choque en toda la guerra civil. Y en el frente del Ebro, y en la Ciudad Universitaria de Madrid, y en Teruel, y en Brunete, y en Gandesa, murieron miles de rifeños.

Ahora que estamos tratando de recuperar la memoria histórica parece oportuno que desenterremos aquí también, si no los huesos, al menos el recuerdo de aquellos miles de rifeños que también fueron víctimas.

Dicen que Franco les había prometido la independencia para conseguir su apoyo. Que luchaban aquí para conseguir su independencia allí. El Mizzian, el hijo del líder rifeño que había vencido en el Barranco del Lobo, era entonces un comandante de Regulares formado en la Academia de Infantería de Toledo y amigo de Franco. El Mizzian, oficial del ejército españolLlegó a ser teniente general del ejército español y parecía destinado a presidir un Rif independiente con un gobierno títere. Pero tras la victoria de Franco empezó la Segunda Guerra Mundial y el horno estaba demasiado caliente para ese bollo, por lo que la independencia del Rif tuvo que esperar. Y tras la guerra habían perdido los amigos de Franco y el nuevo gallo del corral, los Estados Unidos, tenía otros planes. En 1953 el presidente americano Dwight Eisenhower visita a Franco que acepta todas sus condiciones para volver a integrarse en el concierto de las naciones de Occidente, entre ellas, un Marruecos independiente que incluya el Rif. Franco se sometió y El Mizzian se sometió también y fue nombrado Mariscal y Ministro de Defensa de Marruecos tras su independencia en 1956.

Y en 1958 el Rif se sublevó de nuevo y sus montes y valles fueron bombardeados otra vez con napalm y fósforo incendiario. Y en 1958 se declaró un estado de excepción en Alhucemas, con supresión de derechos civiles, que sigue en vigor 60 años después.

El Rif ha estado gobernado desde entonces por funcionarios ineficientes y corruptos. Hay que pagar sobornos hasta para vender pescado. En noviembre de 2016 un vendedor de pescado de 31 años, Mouhcine Fikri no pagó el soborno y murió aplastado, triturado junto con su pescado, en un camión de basura. Y de nuevo el Rif se sublevó y surgió el Hirak, el Movimiento Popular del Rif. Hay centenares de presos y centenares de desaparecidos.

Algunos han venido a refugiarse entre nosotros. ¿Dónde si no? ¿Dónde van a estar mejor que aquí? Bienvenidos, vecinos. Bienvenidas vecinas. Bienvenidos, hermanos y hermanas.

Texto de la conferencia ofrecida el 30 de noviembre de 2017 en el Seminario “Los Derechos Civiles y Políticos a examen: el caso del RIF” organizado por el Área de Derecho Internacional Público en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga.
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