Disforia de Género y Transexualidad
En la España actual hay más de 10.000 transexuales y unos 700 menores con disforia de género. Esta contradicción del género y sexo causa problemas psicológicos y/o médicos de forma que es necesario un tratamiento multidisciplinar. ¿Qué es? ¿Cuáles son las consecuencias psicológicas? ¿Cómo es la intervención?
Un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health realizado en Boston en 2015 concluyó que las personas transexuales tienen mayor probabilidad de sufrir trastornos mentales como depresión, ansiedad, pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
La disforia de género aparece cuando la persona experimenta incongruencia entre su sexo y su identidad sexual que le provoca malestar significativo en todos los ámbitos de su vida. Este malestar se suele presentar con síntomas de ansiedad, depresión e irritabilidad. Cuando estas personas experimentan la transformación médica de su cuerpo para que su sexo se adecue a su identidad le llamamos transexualidad.
Los síntomas más frecuentes experimentados son persistentes fantasías con ser del otro sexo, preferencia por integrarse con el sexo opuesto, deseo de jugar a juegos estereotipados, molestia o disgusto con el sexo biológico, deseo intenso de vestirse y comportarse como el otro sexo, etc. Psicólogos expertos en Málaga afirman que además estas personas pueden desarrollar baja autoestima, trastornos de ansiedad, problemas para las relaciones sociales y de pareja, aislamiento social, depresión o sentimientos suicidas.
La disforia de género suele aparecer durante la infancia y/o adolescencia. El malestar suele aumentar cuando la persona comienza el desarrollo en la pubertad. Estas personas suelen aliviar su malestar de diversas maneras: contando lo que le ocurre a sus familiares, modificando su forma de vestir y de comportarse o incluso llegan a someterse a un tratamiento médico (cirugía).
En nuestra sociedad, la transexualidad es vista como un trastorno,ya que solo se asumen solo dos géneros (masculino y femenino). Así, las personas que no responden a estos modelos sufren discriminaciones sociales llevándoles a sentir mucho malestar, confusión y dudas sobre su identidad. Esta autoimagen generada facilita la aparición de trastornos mentales y dificulta el desarrollo del trabajo, en la escuela y las relaciones con los demás.
La psicóloga Marta Garrido del gabinete de Psicólogos Málaga PsicoAbreu refiere que es muy importante realizar una evaluación exhaustiva del caso concreto para concluir el diagnostico. Además de evaluar cómo se siente, la capacidad de la persona para afrontar el conflicto, el apoyo social y familiar, si existe algún trastorno mental, etc.
Psicólogos en Málaga especialistas afirman que el objetivo del tratamiento psicológico no es convencer a la persona para que acepte su cuerpo o que modifique lo que siente, sino que está orientado a proporcionarle pautas y estrategias para afrontar esos sentimientos que le producen malestar y realizar los cambios que sean precisos. Muchas personas reciben tratamiento hormonal y se someten a la operación de los genitales. Sin embargo, la terapia psicológica y el apoyo pueden seguir siendo necesarios para la adaptación al entorno y a la nueva imagen de la persona.