¿Cómo reconocer cuando la bondad de alguien es falsa
o verdadera?. Hay una prueba muy sencilla; solo tenemos
que observar, como trata a los demás, a su familia y amigos,
también a las personas anónimas. Si se comporta con la
misma amabilidad, estamos ante una persona bondadosa.
La verdadera bondad, no conoce privilegios – amar a unos
y despreciara otros- . No hay actos bondadosos, sino personas
bondadosas.
Es posible cultivar la amabilidad tanto en nosotros como en
los demás, al ser delicados con quienes no lo son con nosotros,
les estamos educando inconscientemente, aunque a primera
vista se muestren fríos como el hielo.