Stop Desahucios Granada 15M, diversos colectivos sociales (Derechos Humanos, Stop Represión, Jaleo…), la familia, amigos, familiares, vecinos, representantes políticos de diferentes administraciones -Junta de Andalucía, ayuntamientos- y la corporación municipal del ayuntamiento de las Gabias, con la alcadesa -Vanessa Polo- al frente han conseguido que los funcionarios del juzgado suspendan, sin nueva fecha, el lanzamiento previsto.
Sobre las 6:30 h de la mañana, una dotación de las fuerzas especiales de la guardia civil toman posiciones y cortan el acceso de los vehículos a las proximidades de la vivienda.
A las 8:30, aproximadamente, cercan la vivienda con cintas e impiden el acceso a la misma de las diferentes personas que van llegando. Entre las que se habían quedado a dormir, y las que han conseguido acceder durante la mañana, dentro de la vivienda hay unas cien personas.
En el exterior, el control de la guardia civil está situado a unos 20 metros de la puerta de entrada. Allí se va formando un numeroso grupo. Entre cánticos, gritos de ánimo a la familia y recomendaciones (somos pacíficos, somos inteligentes, nadie pierda los nervios, nadie traspasa los controles…) van pasando las horas, en espera de las 11 de la mañana; hora en la que se supone llegarán los funcionarios del juzgado.
La emoción y la tensión van in crescendo, y van pasando cosas. María José, la mujer de Fernando, sufre un desvanecimiento y se ha llamado a una ambulancia.
Los representantes políticos presentes, a los que también se les ha impedido el acceso, se reúnen y deciden hablar con el jefe del operativo. «Somos autoridad pública y no se nos puede prohibir la entrada a la casa». Consiguen pasar. La prensa -mucha- hace su trabajo. A las 11:02 h aparecen los funcionarios del juzgado y piden hablar con los afectados. Fernando y la abogada de la plataforma Stop Desahucios, Lizeth Rosa, se van con ellos a un espacio apartado para hablar. Se produce un silencio sepulcral, y los presentes, con los brazos levantados, esperan el desenlace de la conversación. «Se mastica la tensión». Pasados cinco «larguísimos» minutos, Lizeth informa que «el juzgado suspende, sin nueva fecha de lanzamiento, el desahucio.
La tensión contenida explota en forma de llantos, risas, felicitaciones, parabienes y «síes de se puede».
La guardia civil retira los controles y la prensa y el resto de las personas se agolpan alrededor de Fernando y sus hijos. Unos para felicitar, y otros para obtener declaraciones.
Y sigue la lucha.
Esperamos que, después de dos desahucios paralizados, Caja Rural reaccione y acceda a sentarse a negociar -con tranquilidad- una solución digna y posible para esta familia.
Es su casa, aunque la propiedad sea del banco. Se la hicieron ellos con su esfuerzo y su ahorro.
Con una solución razonable -ya le han propuesto a la entidad «recomprarla»- tienen derecho a continuar su vida aquí.
Fuente : Stop Desahucios Granada
