Pascal decía en el siglo XVII, que la infelicidad del ser
humano, deriva de una misma fuente: de no ser capaz
de estar sentado tranquilamente, a solas y en silencio,
en una habitación. Esta hipótesis tiene hoy día, aún más
vigencia, ya que la mayoría de las personas, suelen llenar
sus agendas hasta los topes. Donde termina el trabajo,
empiezan las actividades de ocio, y el resto se cubre con
televisión,cine y otras actividades.
Lo que busca esta hiperactividad sensorial, es tener en
cierto modo ocupada la mente a cualquier precio, porque
como decía Pascal, nos inquieta encontrarnos a solas con
nosotros mismos.Si eliminamos esos estímulos, nuestra
mente, se convierte en un espejo que nos devuelve nuestra
propia imagen, y es posible, que no deseemos enfrentarnos
a nuestros propios fracasos y miedos.
Como dice el budismo, la mente es un diamante que
espera ser pulido!!.