El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga presenta el 10 de noviembre Familias mínimas (Rojo, amarillo y azul), título de la muestra comisariada por Fernando Francés.
En la exposición, once pinturas explorarán el espacio pictórico como asunto de reflexión centrándose en conceptos como el marco, el soporte o los extremos. La pintura del artista sevillano Rubén Guerrero es anti-narrativa, construye arquitecturas imposibles y engaña al ojo mediante trampantojos. Con cada capa crea una opacidad donde representa imágenes de lugares, construcciones, números y letras.
Crea un mundo intuitivo, paralelo al mundo real y tangible donde lo lleno y lo vacío se intercambian. Frente a sus obras, el espectador debe decidir si se encuentra ante el anverso o el reverso de la realidad.