Paul Manafort, el ex jefe de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su ex asociado comercial Rick Gates tuvieron que entregarse a las autoridades el lunes por la mañana, después de que un gran jurado federal en Washington DC presentara los primeros cargos formales en la investigación que lleva a cabo el fiscal especial Robert Mueller, sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Todavía no está claro qué cargos enfrentan, pero Manafort está siendo investigado por sus acciones de cabildeo en el extranjero.
Mueller también investiga si los asociados de Trump participaron en actividades de lavado de dinero o de evasión de impuestos, y si el despido del director del FBI, James Comey, en mayo, constituye una maniobra de obstrucción a la Justicia por parte de Trump.
Cuando se hicieron públicas las noticias de las acusaciones formales, el presidente Trump arremetió contra Hillary Clinton y el Partido Demócrata en Twitter: “Toda esta charla sobre ‘Rusia’ justo cuando los republicanos están dando un gran impulso a un histórico recorte de impuestos y reforma tributaria. ¿Coincidencia? ¡NO!”.