Ambiente de gala en La Rosaleda, en el partido oficial 500 del MCF en su feudo desde su refundación en 1994. Salida intensa del Málaga, que en los primeros cinco minutos llegó al área rival en dos ocasiones con sendos remates de Adrián. El Celta, mientras, intentaba dominar el balón con su tradicional juego combinativo en la zona ancha. Keko y Rosales, antes del primer cuarto de hora, probaron fortuna desde lejos con dos potentes trallazos.
Peñaranda, ubicado en la punta junto a Juanpi, se mostraba activo entre líneas buscando asociaciones en los costados ocupados por Keko y Chory. La posesión de balón era gallega durante el ecuador del primer período, pero sin llegada al portal de Roberto. En el 26’, la mejor ocasión malaguista hasta ese instante, la generó Peñaranda con un ‘jugadón’ por la izquierda que acabó en disparo cruzado pegadísimo al palo de Rubén Blanco.
Aspas, en el 37’, apareció con un remate de cabeza que se fue por encima del larguero blanquiazul. La presión en campo contrario fue constante en el Málaga hasta el descanso y el premio al esfuerzo llegó en el tiempo extra. Falta que bota Recio, Baysse remata de chilena al larguero y Adrián, atento al rechace, marca de cabeza (1-0, 45’+1).
En la reanudación, el Celta seguía su habitual patrón de juego mientras el Málaga esperaba su oportunidad para montar transiciones rápidas. La afición, volcada con su equipo, ejercía de ejemplar jugador ‘número 12’ alentando a los suyos con continuos cánticos y vítores. El cuadro vigués, por medio de Lobotka, hizo su primer remate en el segundo tiempo con un chut raso y desviado en el 66’.
Míchel introdujo su primer cambio en el 76’, dando entrada en el ataque a En-Nesyri por Juanpi. Acto seguido empató el Celta gracias a Iago Aspas, que cabeceó a la red con un remate bombeado (1-1, 76’). Poco después Ontiveros suplió a Keko en el perfil diestro ofensivo. Y aún faltaba lo mejor. Mano de un zaguero céltico a tiro de En-Nesyri y penalti que, con sangre fría, transforma el capitán Recio para volver a adelantar al MCF (2-1, 83’).
Roberto, en el 89’, realizó una parada increíble a Maxi Gómez que puso en pie a Martiricos. Epílogo feliz de una película de acción que acabó con una victoria que permite al Málaga CF coger oxígeno con tres puntos vitales.
