En el fondo de muchos temores, está el miedo a crecer.
Sabemos quienes somos ahora, pero nos da vértigo pensar,
en lo que podemos ser, porque alcanzar metas más elevadas,
requiere un esfuerzo y un aprendizaje, pues madurar en esencia
es aprender.
La madurez, como plenitud de la existencia, no es una etapa más
del desarrollo, sino una conquista individual. Todos alcanzan la
edad adulta, pero no todos consiguen la madurez personal.
¿En qué consiste la madurez personal?
1.- Libertad. Podemos juzgar por nosotros mismos.
2.- Criterio. Tener experiencia e intuición para elegir normas.
3.-Fiabilidad. Asumir responsabilidades y confianza para
emprender cualquier proyecto.
4.- Seguridad. No depender de la aprobación de terceras personas.
5.- Flexibilidad. No hundirse ante los contratiempos, saber
mantener la calma y adaptación a la nueva situación.