Hace más de una década que desapareció el restaurante Juan Perico, a la altura del 110 de la avenida Salvador Allende, eje central de El Palo. Desde entonces, han sido distintos los propietarios que se han hecho cargo del solar que dejó, y que trae por la calle de la amargura a las vecinos y vecinos colindantes.
Así lo denuncia Isabel Azuaga, una de las vecinas con ventanas al solar: «Hemos tapado con redes metálicas las ventanas, porque las ratas suben por el cableado y saltan a nuestra vivienda». Peor es el caso de Toñi Segovia, cuya vivienda colinda directamente con el solar: «Hay días que hemos tenido que matar una docena de ratones, y tengo todas las puertas y ventanas tapadas en las rendijas con trapos, porque las ratas se cuelan por ahí». Toñi, que muestra incluso los agujeros que ha realizado los roedores en diferentes partes de su vivienda, ha visto cómo alguno de sus hijos se ha trasladado a vivir con familiares, «porque la situación ya es insoportable. Sanidad me quería cobrar 400 euros por una limpieza, pero mi pensión de viudedad es de 500″.
El pasado mes de septiembre el concejal de distrito, Julio Andrade, «prometió una vez más, en el Consejo Territorial, medidas inmediatas, pero no se ha llevado a cabo ninguna acción. La verdad es que no entendemos por qué cobra como concejal de este Distrito». En la misma línea se han manifestado Antonia López, portavoz de la Asociación Mar Abierto, y Rafael García, del Colectivo Paleño, así como varios miembros de Rebalarte, organizaciones integradas en la Federación Regeneración de El Palo.
Málaga Ahora, a través de Ysabel Torralbo, portavoz del grupo municipal y vecina del distrito, ha anunciado que presentará una moción para exigir al Ayuntamiento a tomar medidas urgentes. Para Torralbo, «el Consistorio debe actuar de manera subsidiaria ante un problema que es ya de salubridad pública, y que se repite en varias zonas del Distrito, a las que solo se le hace un lavado de cara antes del verano, pero nunca un saneamiento integral».