Peso poco en tu vida.¡Casi nada diría yo!.Quizá sea
como un leve rumor, como una brisa liviana, como un
sorbo de fresca limonada bebido con calor y con cierta
prisa.
No está en mi deseo, adelantar el sonido de tus pasos,
ni distraer la salve de tu misa…
Se, que en tu corazón de nardo, no llego a ser ni
recuerdo ni sonrisa.
En cambio, tu lo eres todo, mi locura, mi monte,
mi canción, mi mar templado, el pulso de mi sangre…
En mis noches de insomnio, intento subirme al andamio
desde el cual, procuro esparcir, ese amor, a pesar de
saber que nació en buena parte fracasado.