Con el paso del tiempo, cada día, estoy más convencido,
de la gran sutileza que muestran algunas mujeres, que
alimentan sueños, con especial carácter.
Con cierta frecuencia, las observo con detenimiento para
llegar a entenderlas y comprenderlas, -se que no es nada
fácil- pero al menos lo intento.
Hoy, sin razón aparente he vuelto a estar algo triste, os
prometo que este estado no forma parte de mi con
normalidad.
Me siento en parte, esclavo de mis palabras, y dueño de
mis silencios, aunque ha decir verdad, estos son pocos.
Se, que muchas cosas, no valen el tiempo que suelen
durar, sino las huellas que dejan…
El pasado se fue, lo que esperamos, está por llegar, pero
no debemos olvidar, que presente nos pertenece.