El Jardín Botánico-Histórico malagueño es uno de los pocos de Europa que logra cultivar esta planta y obtener sus semillas, que han sido solicitadas por instituciones botánicas de más de 20 países La planta puede verse por primera vez en un estanque expresamente preparado con ese fin con un sistema que mantiene la temperatura del agua constante en 25 grados
Los visitantes del Jardín Botánico-Histórico La Concepción podrán disfrutar hasta la llegada del frío del único ejemplar de nenúfar Victoria Cruziana que puede verse en Europa fuera del abrigo de un invernadero.
La planta, originaria de Sudamérica, pertenece a una de las especies acuáticas más grandes del mundo, cuyas hojas pueden llegar a medir más de un metro de diámetro. El ejemplar que puede verse en Málaga ha sido reproducido por el propio personal de La Concepción, que ha recibido ya solicitudes de semillas procedentes de instituciones científicas y otros botánicos de más de 20 países, entre los que se encuentran Alemania, Austria, República Checa, Bruselas, Francia, Estonia, Suiza, Letonia, Eslovaquia, Estados Unidos, Japón o Ucrania.
El éxito del crecimiento de este nenúfar es el resultado de la experimentación que se ha realizado, primero en cámara de cultivo y, luego, en un acuario adaptado y en contenedores en el interior del invernadero, para que pueda aclimatarse progresivamente al exterior. Una vez superado este proceso, la planta ha sido trasladada al estanque expresamente preparado para este fin, gracias a la colaboración de la Asociación de Amigos del Jardín BotánicoHistórico La Concepción. Para hacer posible su supervivencia, la lámina de agua se mantiene en una temperatura constante de 25 grados, similar a la de los ríos Paraná y Paraguay de donde es originaria.
POLINIZACIÓN PECULIAR
En este momento, la Victoria Cruziana de La Concepción tiene hojas que casi alcanzan el metro de diámetro y pueden llegar a aguantar hasta 40 kilos de peso. Este nenúfar sólo florece de noche y durante dos días. Su flor primero es blanca y femenina. Durante esta etapa produce calor para expandir su aroma y atraer a un escarabajo que la poliniza. Una vez que el insecto es atraído, cierra sus pétalos sobre él y lo atrapa en su interior. La segunda noche la flor cambia su color al rosa. A continuación maduran sus estambres, su parte masculina, se vuelve a abrir y dejar salir al insecto que lleva el polen de esta flor a la siguiente, evitando así la autopolinización. El tercer día la flor se cierra y se sumerge, con el fin de madurar su fruto bajo el agua.
Al no existir en nuestro continente el insecto que realiza la polinización, en La Concepción se ha realizado este proceso manualmente, tomando el polen e introduciéndolo con un pincel en el ovario de la flor. El procedimiento, similar al de una inseminación artificial, se ha realizado con éxito.
El fruto de la Victoria Cruziana madura debajo del agua. Es carnoso y cubierto
de espinas. Su interior contiene numerosas semillas que flotan en la superficie del agua un cierto período de tiempo facilitando su diseminación. Finalmente se sumergen en el fondo esperando ocasión propicia para germinar y multiplicarse. Debido a que las semillas pueden comerse tostadas, recibe el nombre de ‘maíz del agua’.