Ella, siente verdadera adoración, por sentirse rocío
de la mañana, manantial de agua pura, y ave migratoria
que no duda un instante, emprender el vuelo en busca
de emociones, sensaciones y vivencias nuevas.
Dada su condición, desea ante todo, sentirse libre como
el viento, sin descartar el derecho que la asiste, de permanecer
en el lugar que considere oportuno.
No le importa lo mas mínimo, hacer cuanto esté en su mano,
para condenar esos momentos de soledad, salvo que sea
consentida.
Le encanta, ser memoria de la luna salvaje, e incitar a la
pasión, pues es una condición implícita en ella.
Pocas son las cosas que le causan mayor trastorno,que
ver como se comportan algunos hombres groseros, que
terminan ensuciando cualquier viso de dignidad