La líder social argentina Milagro Sala fue excarcelada este jueves y trasladada desde la prisión hasta una casa (que no es su lugar de residencia), bajo estricto control policial, según informó el abogado Eduardo Tavani, del Comité por su liberación.
La libertad de Sala, de 53 años, diputada electa del Parlasur, había sido solicitada por comités de Naciones Unidas, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por Amnistía Internacional, a raíz de sus malas condiciones de detención.
Sala permaneció 20 meses en la cárcel acusada de delitos comunes, pero la oposición la considera una prisionera política.
“Sala fue trasladada a un espacio que no es su domicilio. Montaron para ello una “cárcel” paralela. Está ahora rodeada de controles, vigilancia con cámaras y focos de iluminación. Esto es increíble. El domicilio debe ser el lugar de asiento natural de una persona, su hogar conyugal y familiar”, dijo Tavani.
Sin embargo, el abogado consideró que “al menos se ha dado un paso”. La casa de reclusión está en un barrio periférico de la ciudad de Jujuy, a unos 1.900 Km al norte de Buenos Aires, en una zona pobre.
El lugar estaba a su nombre pero no es la casa donde habita con su esposo sino un complejo en construcción donde iba a funcionar un albergue juvenil de la organización social Tupac Amaru, la cual lidera.
Sala está en prisión preventiva desde enero de 2016 por presuntas amenazas y malversación de fondos públicos que recibió durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kichner (2003-2015) para construir viviendas y llevar adelante proyectos sociales.
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detención Arbitraria consideró su detención como arbitraria y violatoria de los estándares del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y ha pedido su liberación inmediata desde 2016.
El caso de Sala puso en un aprieto a nivel internacional al gobierno del presidente Mauricio Macri. El mandatario se expresó públicamente en favor de su arresto bajo los cargos de organizar manifestaciones callejeras no permitidas y cometer supuestas irregularidades con fondos de su organización, la Tupac Amaru, que cuenta con miles de adeptos.
La dirigente no podrá recibir visitas multitudinarias ni de madrugada, según disposiciones del juez Pablo Pullen Llermano, que fue quien ordenó su traslado el jueves.
“Podrán ingresar al inmueble un número de personas que no podrá exceder de siete a la vez” y que quienes vayan deberán hacerlo entre las 07h00 y las 20h00 horas. La restricción “no se aplicará a los familiares directos de la imputada, cuyo listado deberá ser aportado”, precisó la orden.
La defensa de Sala objeta desde hace dos semanas las condiciones de detención domiciliaria que incluyen un puesto militar móvil y dos garitas en el predio de la vivienda.
“Los 527 genocidas (de la última dictadura militar 1976-1983) que cumplen preventiva o condena en sus domicilios, las cumplen en sus casas y sin ninguna custodia de fuerzas de seguridad porque está prohibido por ley”, lamentó días atrás su abogada Elizabeth Gómez Alcorta.
(Con información de Prensa Latina)