A medida que pasa el tiempo, comprendemos mejor las
diferencias existentes, entre las situaciones que la vida
nos presenta sin apenas solicitarlas.
No podemos obviar la diferencia, entre tomar a una
persona de la mano, con la de encadenar su corazón
de forma pretenciosa.
Amar a una persona no quiere decir, que tengamos
que arrebatarle su espacio, ni su libertad personal,
puesto que son atributos, que forman parte integrante
de la misma.
El amor, por grande que sea, no puede obligar al
cumplimiento de la dependencia, por cualquiera de las
partes.
¡Si en tu deseo está, el adornar tu corazón con flores
para darle alegría, no esperes que te las traigan,
siémbralas tu mismo!!