En ocasiones, nos sentimos desnudos ante el miedo,
y alguna que otra duda, que intenta guiar o conducir
nuestra vida.
¿Deberíamos acatar sus órdenes para convertirnos
en un esclavo de lo que no deseamos ser?.
Ante nuestros ojos, tenemos verdaderas maravillas
que la naturaleza, y la creación del ser humano han
puesto para nuestro deleite. Pero también está muy
presente, una penumbra densa que nos evita el poder
divisar el entorno como debería ser.
Lo que en realidad debe importarnos, es alcanzar
aquello que nos ayude a sentirnos realizados -y si
cabe- reconfortados.