Calla la vida, carnaval de risas contínuas, con la intención
de vestir de fiesta los corazones resentidos…
Luces, que deciden hacer guiños a los árboles, sin apenas
savia, que tan solo intentan, seguir viviendo a contrapelo.
Alcohol para afrontar falsos júbilos, para olvidar los malos
recuerdos y olvidar esos besos que se han quedado
vacíos.
Tenemos que paliar ausencias, retomando viejos monigotes
hechos con la fina y cálida arena de la playa, mientras las
gaviotas del puerto nos contempla, escuchando el romper
de las olas cadenciosas…
¡Debido a ciertas ausencias, nos vemos obligados a
soportar esas noches reclinadas en la distancia!!.