Te escribo esta prosa a la luz de la luna, para
que obre en tu poder con el nuevo día.
¡Sol de la aurora tu eres…primavera y rocío
del amanecer, y dulce canto de jilguero!!.
¡Eres tormenta de mi llanto y aroma de mis
flores!!.
Has de saber, que me considero templo de tu
espíritu, y pecador arrepentido, que camina por
la vida, perdiendo los pasos entre la sombra.
¡Quítate esa máscara de tu rostro!.Deja de fingir
lo que no eres ni has sido nunca!!.
¡Tú, dispones de muchos valores que son
inmejorables!!.