La ciudad Nazarí se ha convertido en el destino preferente para multitud de jóvenes que que quieren celebrar su despedida de soltero en Granada. Se trata de una urbe con una vida diurna y nocturna rica y variada, apta para todo tipo de personas y para todos los bolsillos
La ciudad ha experimentado en lo últimos años un incremento paulatino del turismo tanto interior como exterior. Granada es sin duda un destino preferente para jóvenes y sus características invitan al ocio más allá de la Alhambra y del turismo cultural.
La ciudad de Granda disfruta de más de 300 días de sol al año, algo que invita a hacer vida en la calle. Y en esa misma calle, hay una densidad de 9 bares por cada mil habitantes. Eso, sumado a lo económico de la capital granadina, al hecho de que con tres tapas se come y a la población juvenil que la Universidad aporta (el principal destino Erasmus de Europa) hacen que Granada sea una auténtica delicia para el que quiere pasárselo bien.
En cuanto a despedidas de soltero Granada la ciudad parte con una ventaja añadida y es que se adapta a los intereses y gustos de todas las personas.
Planes tranquilos como baños árabes, spas, espectáculos flamencos y cenas temáticas se intercalan con fiestas en discotectas punteras o actividades al aire libre como gymkanas, paintball, karts o barbacoas en cortijos rurales en la oferta de la Agencia Noche y Día.
Su propietario, Charlie, el crecimiento del sector es espectacular. Cada vez son más y más las personas que desean celebrar su despedida de soltero en Granada y cada vez más agencias compiten por captar a esos clientes ofreciendo la máxima variedad posible de actividades al mejor precio posible.
«En nuestra agencia de despedidas en Granada tenemos un amplio catálogo de actividades para todos los gustos. Des rafting y barranquismo, paintball y barbacoa hasta planes relajados con spa, baños árabes, champán en un sitio elegante y cosas más finas», afirma el gerente de Noche y Día.
El incremento de las despedidas de soltero en Granada no ha pasado desapercibido para los negocios del centro de la ciudad. Y son muchos los que les niegan el acceso a bares y restaurantes porque, consideran, se trata de un turismo de poca calidad.
