Podemos quiere el máximo apoyo de sus bases a la moción de censura planteada contra Mariano Rajoy. La dirección del partido cree que la iniciativa del grupo Unidos Podemos-En Comú-En Marea cuenta con un gran respaldo social ante la «excepcionalidad» de los escándalos de corrupción del PP. El objetivo es lograr un lleno absoluto el 20 de mayo en la Puerta del Sol de Madrid que recuerda a la Marcha del Cambio de enero de 2015 y que obligue a moverse al resto de partidos. Una concentración que se producirá con los resultados de la consulta dirigida a los inscritos que ha arrancado este lunes ya sobre la mesa. Un referéndum en el que Podemos espera batir todos sus records de participación.
«Cuantos más seamos los que digamos que hay que echar al PP, mejor. Ojalá batamos el récord de Vistalegre 2», ha apuntado el secretario de Organización, Pablo Echenique, en una rueda de prensa este lunes. La cifra de participación de la II Asamblea Ciudadana de Podemos superó las 155.000 personas, el máximo que ha logrado el partido en sus muchos procesos.
Las votaciones de febrero de 2017 estaban precedidas de una campaña muy larga y potente. Pero, además, había una disputa real que iba a marcar, de una u otra manera, el futuro del partido. En Vistalegre 2 se disputaban al menos tres modelos de organización y de hacer política que confrontaron durante meses. Y el enfrentamiento entre Pablo Iglesias a Íñigo Errejón fue muy tenso.
La moción de censura, sin embargo, no encuentra oposición dentro de Podemos. No al menos relevante. Ni en la dirección, ni en el grupo confederal, ni en las bases.
La muestra de la consulta de Madrid sobre una iniciativa similar contra Cristina Cifuentes no es una buena señal para Podemos. El referéndum se ha saldado con un apabullante respaldo al sí. Pero la participación ha sido de poco más de 15.300 personas, casi la mitad de las que votaron en las primarias que llevaron a Ramón Espinar a la Secretaría General autonómica.
Siguen los contactos
Unidos Podemos, mientras, mantiene los contactos con el resto de partidos del Congreso y con las organizaciones sociales.
La portavoz de la ejecutiva de Podemos ha revelado el lunes que una de las reuniones será con colectivos feministas, con quienes quieren abordar la problemática de las mujeres asesinadas por la violencia machista y la falta de partidas para paliar o prevenir esta lacra.
En cuanto a los partidos, le llega el turno a los catalanes. El portavoz de En Comú, Xavi Domènech, ha actuado de intermediario para lograr sendas reuniones con ERC y el PDeCAT, la antigua Convergència. Ambas formaciones ya han anticipado que su apoyo pasa por un reconocimiento al derecho a decidir de los catalanes.
Unidos Podemos necesita el apoyo del PSOE para sacar adelante la moción de censura. Y aunque el objetivo es echar a Rajoy del Palacio de la Moncloa, en las filas de Iglesias creen que si eso falla tendrán la oportunidad de presentar ante los españoles un proyecto de país alternativo al del PP y erigirse así como la oposición real al Gobierno.
