La Junta de Andalucía abrirá el próximo 15 de mayo el plazo para que los ciudadanos, las pequeñas empresas y las entidades locales soliciten las nuevas ayudas a la mejora energética de edificios e infraestructuras. Esta convocatoria, dotada con 163,7 millones de euros para los próximos cuatro años, financiará entre el 20% y el 85% del coste de proyectos de construcción sostenible y renovación de instalaciones de aislamiento térmico, iluminación y climatización, entre otros.
En el marco de la puesta en marcha de la iniciativa, el Consejo de Gobierno ha autorizado una transferencia de 75,92 millones de euros a la Agencia Andaluza de la Energía (AAE). Esta entidad, adscrita a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, es la encargada de gestionar el Programa de Incentivos al Desarrollo Energético Sostenible 2017-2020, del que forman parte las ayudas.
La línea de apoyo que ahora se abre, denominada ‘Construcción Sostenible’, es la primera de las tres que componen el Programa de Incentivos. Las otras dos, que también se convocarán antes del verano, son las de ‘Pyme Sostenible’, dirigida a impulsar un cambio de modelo energético en las pequeñas y medianas empresas, y ‘Redes Inteligentes’, para iniciativas de eficiencia y ahorro en las ciudades andaluzas. Los tres bloques de ayudas suponen una aportación pública inicial de 227 millones, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, que se sumará a los 400 ya invertidos desde 2009. Su despliegue conllevará la creación de unos 23.500 empleos hasta 2020.
Las ayudas a la construcción sostenible respaldan inversiones de ahorro, eficiencia, aprovechamiento de fuentes renovables, reforma y adaptación de infraestructuras urbanas de uso público y privado, incluido el residencial, con un total de 38 categorías de proyectos incentivables. Entre ellos destacan los relativos a aislamiento de cerramientos, cubiertas, suelos y ventanas; protección solar; soluciones bioclimáticas; autoconsumo mediante energías renovables, y climatización e iluminación. También se respaldarán iniciativas de mejora energética y seguimiento del consumo mediante nuevas tecnologías.
Con la dotación consignada de 163,7 millones de euros, la Junta prevé incentivar más de 50.800 obras de este tipo en los próximos cuatro años, que supondrán un ahorro en la factura energética de 1.400 millones.
Respecto a los importes, la línea respalda inversiones a partir de los 500 euros, con un mayor porcentaje de cobertura para las que conllevan soluciones más complejas e integrales. Así, una renovación de ventanas en un edificio antiguo se apoya con un 30%, pero si se acompaña de un aislamiento el incentivo sube al 45%.
Prioridades
En los proyectos relacionados con la energía solar concentrada y fotovoltaica, la geotérmica, la bioenergía o el autoconsumo con renovables, la financiación puede llegar al 85% de los costes totales. Por su parte, para las iniciativas que se realicen en municipios de menos de 20.000 habitantes los porcentajes oscilan entre el 60% y el 85%, llegando al 90% si la inversión la realiza un tercero a través de un contrato de servicios energéticos.
Igualmente se prioriza la incorporación de elementos que permiten un uso más eficiente de los recursos naturales, como los de bajo coste de funcionamiento, los que mejoran las condiciones térmicas de las edificaciones y los materiales y sistemas constructivos que proceden del aprovechamiento de la biomasa o el reciclaje. Desde el punto de vista social, se presta especial atención a los colectivos en riesgo de exclusión y a los más afectados por la pobreza energética, fijando mayores coberturas para intervenciones en viviendas protegidas.
En esta línea también se recogen los incentivos para proyectos de ahorro, eficiencia y fomento del uso de renovables promovidos por las administraciones, incluidas las distintas consejerías y entidades de la Junta en sus edificios.
Las ayudas a la construcción sostenible, al igual que las de las otras dos líneas que componen el Programa de Incentivos, se canalizan a través de una red de empresas colaboradoras de la AAE que facilitan su acceso a los beneficiarios con garantías de control. Hasta el momento, se han adherido más de 1.650 firmas, principalmente pymes, y se prevé llegar hasta las 8.000 cuando todas las líneas se encuentren operativas.
‘Construcción Sostenible’ adopta el nombre del anterior programa dirigido al mismo fin, desarrollado desde 2015 con un balance de 36.000 proyectos incentivados y 17.000 empleos generados. La iniciativa fue galardonada con el Premio Regiostars 2015, que concede la Unión Europea a los proyectos más innovadores cofinanciados por los fondos de cohesión, como ejemplo de buena práctica en el desarrollo regional.
En cuanto a las dos convocatorias que se sumarán próximamente para completar el Programa de Incentivos al Desarrollo Sostenible, la correspondiente a la línea ‘Pyme Sostenible’ destinará 36 millones de euros a impulsar un cambio del modelo de gestión energético en estas empresas por otro más eficiente y competitivo. Se incentivarán, entre otros, proyectos relacionados con el aprovechamiento de renovables, biomasa y biocombustibles; reformas de instalaciones y procesos, y sustitución de combustibles tradicionales por otros menos contaminantes. A las ayudas podrán acceder firmas de cualquier sector salvo el primario, que ya cuenta con otros apoyos para los mismos objetivos.
Finalmente, la línea ‘Redes Inteligentes’ cuenta con un presupuesto de 27 millones de euros para impulsar la transformación de las ciudades andaluzas con el apoyo a iniciativas como las vinculadas a la recarga energética de vehículos alternativos basados en la electricidad o el gas; los estudios sobre demanda y gestión mediante nuevas tecnologías, o el control del consumo en equipamientos e instalaciones urbanas.
El Programa de Incentivos al Desarrollo Energético Sostenible, que ha sido elaborado con la participación de un centenar de entidades representativas del sector, es una de las piezas fundamentales de la Estrategia Energética de Andalucía, aprobada por la Junta en 2015 con el mismo horizonte temporal del año 2020. Entre otros objetivos, este documento plantea aportar con fuentes renovables el 25% del consumo final bruto (actualmente alrededor del 20%); reducir en un 25% el consumo tendencial de energía primaria; descarbonizar el consumo en un 30% respecto a 2007; autoconsumir el 5% de la energía eléctrica generada con fuentes renovables (actualmente 0,4%), y mejorar en un 15% la calidad del suministro.
El desarrollo de las medidas para alcanzar estos objetivos permitirá consolidar el tejido empresarial e industrial vinculado al sector energético, en su mayor parte pequeñas y medianas empresas. Andalucía contabiliza actualmente más de 6.500 empresas vinculadas a la energía, de las que casi 1.500 desarrollan su actividad en el ámbito de las renovables. El empleo asociado supera los 110.000 puestos, el 41% directos.