Con el pitido final de Martínez Munuera estalló en júbilo la afición malaguista, que vio por primera vez en la historia un triunfo del MCF ante el Sevilla con 4 goles a favor.
Los seguidores blanquiazules, que desde la previa empujaron con sus vítores al conjunto de Míchel, aclamaron a los suyos a la finalización del choque. Y los jugadores, en el centro del campo antes de entrar en el túnel de vestuarios, agradecieron el empuje y la pasión de una parroquia que disfrutó de un espectáculo futbolístico colosal. Y de un final feliz con el fantástico 4-2 para el Málaga CF.