La formación presenta una batería de medidas para recuperar el uso residencial del Centro y revertir la proliferación de apartamentos turísticos, terrazas y eventos continuos.
Según datos oficiales de la Junta -a los que habría que añadir los subterráneos- en septiembre de 2016 Málaga capital contaba con 673 viviendas para alquileres turísticos, incluso por día, lo que suponía 3.323 plazas. «En marzo de 2017 ya eran el doble, 6.634, el 75% en el Centro y se esperan próximamente 4.000 más para toda la ciudad». Ysabel Torralbo, portavoz del grupo municipal Málaga Ahora, ha explicado que «semejante saturación ha encarecido desmesuradamente los precios de alquiler, no solo en el Centro, sino en toda la ciudad». Es solo uno de los problemas sobre los que su formación quiere que el equipo de gobierno actúe de manera urgente, «como ya se está proponiendo en Madrid, Barcelona o Palma de Mallorca».
Torralbo ha incidido en que se está tratando al Centro «como si no fuera una zona residencial». De hecho, ha resaltado que los bares enfocados al turismo crecieron en el Centro un 84% desde 2011 a 2014 (de 118 a 218) y son ya unas 400 las terrazas que «han convertido la peatonalización en una carrera de obstáculos». Esto ha provocado que en la almendra histórica sea evidente la saturación por ruido y no se encuentren comercios de primera necesidad, lo que está provocando la expulsión del vecindario:«Ya solo queden 4.700 vecinas, un dato muy alejado de los 12.000 con los que comenzamos la democracia y cerca de un 9% menos que hace 8 años». Esta situación, además de las reiteradas peticiones para actuar que ha emitido el Defensor del Pueblo Andaluz, motivó que a finales de 2015 se hubieran registrado 150 denuncias individuales en el Ayuntamiento, «sin que recibieran una sola respuesta».
La portavoz no ha querido dejar de mencionar el caso del Pimpi y con plano y fotos en la mano ha mostrado cómo «incumple la normativa y ha instalado barras de alcance no permitidas, de modo que en la práctica ha privatizado la plaza de la Judería y el pasaje Cegrí».
Falsos beneficios y «urbanismo cofrade»
«No estamos ante un modelo de ciudad, sino empresarial». Torralbo, que ha hablado de «turistificación», ha manifestado que «los datos desmienten el discurso sobre el beneficio social de este modelo». Antes al contrario, «según los últimos datos del propio Ayuntamiento, los ingresos de esta avalancha turística son de 1.600 millones de euros, pero según la Encuesta de Población Activa (EPA) Málaga tiene un 26,5% de desempleo (66.276 personas) y es la cuarta capital española con mayor porcentaje de su población en riesgo de pobreza». Ha resaltado que el mes pasado se anunciara «a bombo y platillo» la creación de empleo al ritmo previo a la crisis durante el mes de febrero, «pero al analizar los datos para el municipio descubrimos un descenso en las cifras de paro de solo 157 personas, casi todas en precario».
Para su formación, se están «permitiendo incluso remodelaciones urbanísticas, a veces muy caras y agresivas, para facilitar el paso de procesiones, un evento que solo debería durar siete días al año», fenómeno que ha calificado como de «urbanismo cofrade». Es más, «se ha demolido nuestro patrimonio durante todas las legislaturas del PP», lo que ha impedido que, «al carecer de un edificio emblemático como La Alhamabra o La Mezquita, hubiéramos optado a un Centro Patrimonio Mundial de la Unesco por su valor de conjunto», y ha mencionado el caso de Ibiza.
Medidas para un Centro habitable
Torralbo ha recordado que su grupo ya consiguió que el Pleno aporbara algunas medidas, pero que no se han ejecutado, como el «aumento de las inspecciones para que se cumpla la normativa sobre las terrazas o que el vecindario disponga de los planos de ocupación para constatar por sí mismo el cumplimiento».
Ha anunciado, no obstante, que su grupo propondrá una batería de medidas, que incluyan «la moratoria para abrir más bares en el Centro, la prohibición de cambiar el uso de las licencias de los establecimientos actuales, la limitación de los eventos ruidosos y de la Semana Santa a la las fechas oficiales, el freno -instando a la Junta- de los apartamentos turísticos, incluso el cobro de una tasa a las empresas que los gestionan». Así mismo, su formación cree necesario «el traslado de algunos negocios a zonas menos saturadas».
De hecho, se ha mostrado en contra de la pretensión de las asociaciones hosteleras de declarar el Centro en Zona de Gran Afluencia Turística. «Al contrario, hay reforzar su carácter residencial», y ha citado las palabra de esta misma semana de Anne Marie-Noëlle Tournoux, jefa de proyectos para Europa y América del Norte de la Unesco: «Los cascos históricos nos sobreviven si el turismo es su única actividad».